Ecovillancicos: un acercamiento creativo para reinventar

Por Ann Palmer
Traducción por José Francisco Gálvez Prior
Revisión por Lucía Rodríguez Antolinos
«Profesora, las auroras boreales, ¿es realmente Dios bailando desde el cielo?».
«Profesora, la biblia dice que el planeta se creó en siete días. La evolución afirma que tardó miles de millones de años. ¿Cuál tiene razón?».
Estas son dos profundas preguntas que me hicieron unos niños de seis y siete años respectivamente. Los niños son muy perspicaces, holísticos y directos. Muchos poseen una espiritualidad innata que expresan a través de su experiencia con la naturaleza, tal y cómo se muestra en las citas del principio. Con 25 años, allá por 1971, era directora de un colegio en las islas Orcadas, situadas frente a la costa de Escocia. Respondí a estas preguntas de una manera culturalmente aceptada para la época, pero no muy satisfactoria. La supremacía del lenguaje científico en la cultura occidental significa que no miramos la naturaleza de manera automática y cotidiana cómo lo haría nuestro mejor profesor. O, al menos, no reconocemos al patrón fractal de la naturaleza como el gran confidente de los procesos vitales que es. Hoy en día, no se enseña a tomar modelos de la naturaleza con respecto a cómo funciona la vida, a pesar de que antaño esto formaba los cimientos del conocimiento en todas las culturas indígenas. Reconocemos a nuestra especie homo sapiens como parte de un ecosistema, y por tanto sujeta al acervo popular de la naturaleza, pero todo lo que rodea a este parece estar vedado. La nueva ciencia de la biomímesis es un paso hacia delante en cuanto a usar la «naturaleza como profesor» en un contexto moderno. Las tribus indígenas siempre han sido muy versadas en el arte de interpretar un entorno tanto física como espiritualmente. Hemos alcanzado el punto, a nivel educacional, en el que se tiene que enseñar lo natural; la mentalidad del siglo XXI reside en el ser virtual. A partir de este contexto he concebido el término «espiritualidad complementaria». La espiritualidad complementaria contempla el panorama en su conjunto y ve las religiones del planeta como expresiones de la espiritualidad de la cultura de cada persona. En el caso de los ecovillancicos (del inglés, Ecological Carol), lo que se ha unido e interconectado es el carácter festivo de los villancicos navideños y la celebración de la naturaleza y el planeta. Un ecovillancico o ecohimno toma la melodía de la canción original, sin alterarla. La reinvención se centra en escribir una nueva letra con palabras del campo ecológico. Una ecocanción escoge una canción famosa o que te gusta y, de la misma manera, le brinda una nueva melodía ecológica y un nuevo significado. Para el propósito de este artículo, los términos «ecovillancico», «ecohimno» y «ecocanción» son intercambiables. Escribir un ecovillancico consiste en darle un enfoque creativo a este tipo de reinvención. Es decir, utilizar tantas funciones del hemisferio derecho del cerebro como sea posible durante el proceso y sus fases preparatorias. La funcionalidad no está sujeta a un tema en particular, por lo que el proceso creativo se dirige por las funciones de las que mejor se encarga el hemisferio derecho del cerebro. La capacidad general de este hemisferio del cerebro como procesador superior está más que confirmada por el biólogo Bruce Lipton[1], que compara el hemisferio izquierdo con un procesador de 40 bits, frente al hemisferio derecho, un procesador de 40 millones de bits. Es necesario explicar estas declaraciones. La linealidad del hemisferio izquierdo a la hora de procesar significa que solo puede hacer una única cosa al mismo tiempo, y este se comunica mediante palabras y el lenguaje. Simultáneamente está funcionando el hemisferio derecho, que accede al panorama en su conjunto. El hemisferio derecho sintetiza imágenes y dibujos y se comunica a través de ellas. Este también está más cerca del sistema límbico, responsable de las emociones y los sentimientos. El señor Ken Robinson afirmó en la charla TED adjunta que[2], en el futuro, la creatividad será más importante que la alfabetización. Mi libro Writing and Imagery: how to deepen creativity and improve your writing[3] trata la relación entre el uso del cerebro y la enseñanza de Escritura Creativa. Este separa 21 diferencias de funcionalidad entre los dos hemisferios, y destaca la necesidad del mayor aporte posible por parte del hemisferio derecho en cualquier actividad creativa. Los orígenes de esta manera de pensar derivan de las tribus indígenas, que cantaban, dibujaban, bailaban y sobre todo jugaban para solucionar cualquier problema con el que se encontrasen. El enfoque que tomó el hemisferio derecho terminó por resultar en soluciones bastante ingeniosas. Es precisamente en contra de este trasfondo por lo que propongo el siguiente proceso preparatorio de tres fases para escribir un ecovillancico. A esta preparación basada en el hemisferio derecho del cerebro le sigue la posterior consideración de las habilidades basadas en el hemisferio izquierdo, que son necesarias para completar el proyecto. El ejemplo original que hemos usado aquí es una traducción del villancico inglés «We Three Kings of Orient Are» y su nueva adaptación ecológica «Los árboles de la Tierra». La estructura y el ritmo de este villancico en particular lo hacen perfecto para utilizarlo en un amplio espectro de temas basados en la naturaleza formados por palabras con una o dos sílabas, como pueden ser «mares» «plantas» «rocas» «aves» «ríos» «tierra» «lagos» o «fauna» Este es un villancico que se adapta bien a la técnica de listado. Además, cuenta con los fundamentos inclusivos y globales que son imprescindibles en términos ecológicos. El modelo básico de renovación que se ofrece aquí se aplica a cualquier canción o melodía que sea del agrado de los niños o estudiantes, que les suene o que simplemente les encante. A los estudiantes o niños se les puede ocurrir la canción que van a elegir en momentos en los que simplemente se dejen llevar, ya sea montando en bici, paseando o corriendo: en momentos en los que la mente esté libre de los problemas cotidianos.
PRIMER PASO: MAPAS MENTALES
Originalmente, esta fue una idea de Tony Buzan[1]en la década de los noventa. En aquel entonces, los mapas mentales alcanzaron el estatus de logro educacional, esto debido a que los niños encontraban más fácil asociar de manera libre una idea principal que elaborar listas. Teniendo en cuenta el funcionamiento del hemisferio derecho del cerebro, los mapas mentales cuentan con un patrón y cualidades de diseño intrínsecas que lo convierten en una herramienta fácil, atractiva y flexible para producir de manera rápida y organizada una gran cantidad de ideas diferentes. El «campo» del conocimiento al que se accede es automáticamente más grande debido a que la idea principal está escrita en negrita en el medio de la página o en un rotafolio en el que se vuelve siempre a la misma página. Esto invita a hacer una fácil asociación a partir de esos esquemas dibujados como si fueran las patas de una araña. Los mapas mentales son holísticos y operan de igual manera que el lado derecho del cerebro, mientras que las listas son lineales y secuenciales, de la misma manera que funciona en el lado izquierdo. Elaborar en clase un mapa mental es una herramienta útil a la hora de proporcionar una perspectiva general de los sentimientos e ideas presentes en un grupo de estudiantes. Al estar dirigido por el profesor y con todos los estudiantes pidiendo participar, hace que se pueden producir muchas ideas de manera fácil. Yo suelo esperar a que toda la clase se quede sin ideas para después añadir la mía para completar el mapa. Esto normalmente hace que empiece una nueva ronda de sugerencias. El mapa mental puede ser sobre canciones favoritas, opiniones que tengan los niños sobre el planeta o su relación con la naturaleza, y estar relacionado con otros proyectos ecológicos en los que participe el colegio.
SEGUNDO PASO: COMBINACIÓN DE DIBUJOS Y PALABRAS
Este paso es importante para el desarrollo del habla sobre una imagen. Los diferentes acercamientos a este material gráfico no son solo posibles, sino también convenientes, ya que este implica la individualidad de expresión. Dibujar o pintar de manera libre es, en cierta forma, una representación de un ecovillancico, ecohimno o ecocanción que el estudiante quiera escribir. Las opciones son escribir sobre el significado del material gráfico dentro de un contexto ecológico o incorporar palabras dentro del dibujo mientras el material gráfico va evolucionando. Personalmente, encuentro muy útil para el desarrollo dibujar con la mano izquierda y escribir con la derecha por capricho de unos impulsos espontáneos. Si vuestros estudiantes pueden resolver estos ejercicios ambidiestros, esto permitirá que ambos lados de su cerebro puedan alternar el liderazgo en todo momento hasta que hayan terminado el dibujo. Si el hecho de que este procedimiento no sea muy común inhibe la experimentación, el mejor antídoto es recordar lo que está sucediendo a nivel cerebral. Es decir, la imagen del hemisferio derecho está liderando mientras que el hemisferio izquierdo está interpretando. Según Iain McGilchrist[1], permitir que el hemisferio derecho sea el que tome las riendas y dejar que el hemisferio izquierdo intérprete es la mejor oportunidad que tenemos de evolucionar como especie. A este punto ya se ha establecido una conexión con las convicciones de Ken Robinson en cuanto a la necesidad de priorizar la creatividad en el futuro de la educación.
TERCER PASO: IMPROVISACIÓN
Si la letra y la melodía de una canción están estrechamente asociadas, se requiere un esfuerzo y determinación para no volver a cantar la letra original. Deja que los estudiantes tarareen la canción una y otra vez cómo preparación para invitarlos a cantar una letra, frases o palabras relacionadas con un ecovillancico u otro tema de manera espontánea. En una situación dentro la clase, una buena introducción podría ser formar grupos, elegir un villancico en particular y darle a cada grupo una estrofa de la propuesta de ecovillancio para que trabajen con ella. Tener destreza en el campo musical no es un requisito. Yo particularmente no tengo apenas oído musical y no siempre recuerdo las canciones. Incluso si no sabes leer partituras, resulta bastante útil tener la canción impresa disponible para ver en qué ocasiones una palabra comprende múltiples notas o para marcar la oscilación de la melodía. La letra original contribuye a la hora de mostrar un patrón de sonidos similares. Esto ayudará a que las palabras que incorporéis a la nueva letra suenen bien. En cualquier momento durante estas tres fases de preparación para escribir un ecovillancio, a los estudiantes se les puede venir a la mente una palabra, frase o verso que quede perfecto, o casi. En ese caso, hay que anotarlo y cuidarlo como un tesoro. La naturaleza de la creatividad es la novedad y el caos, fundamentada en el funcionamiento aleatorio y divergente del hemisferio derecho. El único consejo obligatorio que merece la pena seguir es «confiar en el proceso». Lo más importante es volver a conectar con una mentalidad que sabe que probablemente existen cientos de maneras de desarrollar una idea. Es más, cualquier idea puede tener un desarrollo infinito.
Considerar el villancico original en su totalidad ofrece más opciones para desarrollar un ecovillancico y también puede mostrar qué caminos no son convenientes seguir. Antes de iniciar el proyecto, hay dos consejos más que por sí mismos demostraran tener un valor incalculable a lo largo de todo el proceso. Juntos, estos guiarán la manera de afrontar el futuro ecovillancico. En primer lugar, anota las palabras más cargadas de sentimiento asociadas con el villancico escogido, las cuales le dan su carácter especial. En segundo lugar, elabora una lista de diez cualidades que el grupo quiere que reúna el ecovillancico. Estos dos ejercicios rápidos ayudarán a sentar las bases. Quizá se puedan sentir cómo un sendero hacia lo desconocido, pero os brindará un buen borrador antes de empezar a trabajar en los detalles. Dependiendo de la temática del villancico, es posible que sea necesaria una mayor investigación.
Pautas para un buen ecovillancico
- Que se parezca al original y que cuente con palabras prestadas de este cómo referencia a la fuente de la que proviene, pero que estas no aparezcan en contextos previsibles. Mejora la intencionalidad.
- Que la letra tenga un propósito, todas y cada una de las palabras.
- Que sea atractivo para los jóvenes. Que sea divertido o que haga reflexionar a ser posible. Que esté bien conectado con la realidad para que transmita una visión coherente del mundo.
- Que sea relevante y real. Que se cuente la realidad tal y como es, para que así se acerque más a la realidad que el villancico original.
- Que transmita un mensaje positivo, empoderante.
- Que se centre nuestra relación con la Tierra.
- Que incorpore una línea narrativa. De esta manera habrá un sentido de desarrollo, un enfoque diferente en cada estrofa.
- Que mantenga un poco las emociones o estado de ánimo que transmite el villancico referencia. Puede ser amoroso, de celebración, unificador, alegre, reverencial, eufórico, jubiloso, apasionado, valiente, compasivo, bondadoso, que levante el ánimo, respetuoso, inspirador, honorable, asombroso, majestuoso, con una maravilla simple a la par que inocente, agradecido o que muestre gratitud. También puede tener cualquier combinación de estas cualidades que reúna el original.
- Qué no tenga partes de relleno. Tiene que estar formado por palabras «mejores» que las originales en el sentido de ser más relevantes o estar más conectadas con el planeta.
- El ecovillancico debe hablar de algo dentro de una base ecológica y psicológica. Es decir, la capacidad de sanar de la naturaleza a la que accedemos a través de la cita de Shakespeare: «De la naturaleza un solo rasgo en prójimo convierte al mundo entero».
La siguiente fase abarca la transición a adoptar el patrón completo del villancico original, de la misma manera que lo hace el poeta al escribir un soneto o al adoptar cualquier otra estructura formalizada.
Lógicamente, el criterio principal es un: «¿suena bien?». En una clase formada con niños de primaria, esto es más que suficiente. Sin embargo, con adolescentes este proyecto tiene el potencial de ser una introducción a la enseñanza de una estructura formal más propia de la poesía.
El primer paso es ver cómo las palabras originales se acoplan a la música. Muchos villancicos son bastante simples, en los que solo la última palabra rima con la siguiente. Sin embargo, hay otros, como por ejemplo el villancico inglés «O come, Emmanuel» que cuenta con una asociación letra-melodía poco común. Yo utilizo el conteo de sílabas para establecer un primer borrador, de la misma manera que lo hacen muchos de mis compañeros. Que las sílabas coincidan no va a asegurar que las palabras estén bien acopladas a la melodía, ya que las sílabas tónicas no tienen por qué coincidir con el ritmo de la música. Sin embargo, para escribir un primer borrador de una ecocanción puede ser de gran ayuda que las sílabas coincidan con las de la original. Si los estudiantes tienen confianza y son expertos en música, puede que no necesiten este paso. Si están atascados y necesitan que les echen una mano, puede que encuentren este consejo muy útil, divertido y además los anime a seguir. El conteo de sílabas proporciona una plataforma para elaborar juegos de palabras en un futuro, una técnica vital para un «ecoletrista» o «ecopoeta» en potencia. Ahora, la inclusión de un diccionario de rimas y de un diccionario de sinónimos es esencial para abrir la puerta a más opciones de palabras. A pesar de que ninguno de estos dos recursos puede proporcionar la palabra adecuada por sí mismos, estos aumentan el rango de posibles palabras, lo cual es necesario para mantener el sentimiento de seguir avanzando a lo largo del proceso.
Los cuatro determinantes más importantes son el ritmo, el patrón de las rimas, la manera en la que se inspira en el villancico original y el deseo de utilizar rimas parciales para alcanzar una supremacía significativa. Para esto se requiere de cierta flexibilidad de pensamiento. Sin embargo, tener pasión e ilusión por la actividad es muchísimo más importante, para que así esta tarea sea de las que se invierten mucho esfuerzo. El manual del gurú creativo dice que hay que «luchar con este proceso». También he escuchado la escritura creativa descrita como «vadear sobre un río de sirope», que definitivamente es una metáfora mucho más apetecible. El trabajo creativo e imaginativo sigue contando con un aura de misticismo en torno a él. Si volvemos a ver esta aura como la individualidad subjetiva, divergente, fortuita e intuitiva del funcionamiento del hemisferio derecho del cerebro, esta puede llegar a explicarse a nivel de conexiones neuronales.
El significado original de la palabra educare es «incitar a hablar». En este caso, de la misma manera que ocurre con el estudio del sueño y con el trabajo artístico espontáneo, la palabra educare retoma ese significado original y hace simplemente eso. En la fase de preparación, involucrar a los alumnos en el dibujo hace que accedan directamente al lado derecho del cerebro de la misma manera que se ilustra en la combinación de dibujos y palabras. Las ecocanciones invitan a los estudiantes a interpretar su propia simbología, a descubrir más significados que antes no conocían o a revelarse a ellos mismos su propio conocimiento innato y a cantar sobre este.
En mi página web www.gaiadancebooks.com/ecocarols están disponibles otros catorce villancicos más, entre los que se incluyen la reinvención de «Silent Night» y «Northern Lights». Estos honran esos momentos en los que nosotros, los profesores, conseguimos acceder al conocimiento innato de nuestros pupilos más jóvenes.
Para mí, me imagino que para muchos otros, esta actividad actúa como un profundo proceso de sanación personal, haciendo uso y trabajando con el espíritu que conduce todas esas expresiones humanas del amor, felicidad, asombro, respeto, pasión, compasión, honradez, devoción, sorpresa, gratitud, agradecimiento, celebración, valentía y compromiso. El efecto que produce trabajar con estás emociones no se puede llegar a sobreestimar. Al dirigir a los alumnos hacia el planeta Tierra y al futuro de nuestra propia especie en el planeta, les estamos ofreciendo una perspectiva del mundo coherente y cohesionada.
Escribir un ecovillancico, ecohimmno o ecocanción se puede ver de tres maneras. Claramente, es un ejercicio interesante de escritura creativa basado en la reinvención. También se puede considerar una introducción dinámica e interactiva para iniciarse en la materia de la poesía formal. Sin embargo, su mayor contribución es invitar a los niños a inventar canciones sobre la Tierra: unas canciones que recordarán por el resto de sus vidas.
Ann Palmer es una antigua directora de colegio que ha enseñado la escritura a personas de todas las edades. Fue premiada con una excelencia en su título tras graduarse en Enseñanza de Escritura Creativa por sus cursos acreditados por la Universidad de Warwick, en Reino Unido. Hoy, se encarga de promover una campaña popular para evitar que se arroje basura a las calles en las islas Hébridas Exteriores, en Escocia. Para más información sobre la autora, está disponible la página www.gaiadancebooks.com
Adaptación del ecovillancico «Trees of the Earth» de Ann Palmer
Los Árboles de la Tierra
Los árboles de todo continente
Dan vida al planeta y a su gente
Pino y nogal, roble y peral
Plantar árboles es inteligente
Cuidar los árboles viene genial
Protegen la vida y la fauna local
El aire limpiando y purificando
Todo nuestro hábitat natural
Cerezo, arce, olmo y olivo
Y todos los frutos que han producido
Serbal, ciruelo, naranjo y fresno
Aman la lluvia y el sol calentito
Cuidar los árboles viene genial
Protegen la vida y la fauna local
El aire limpiando y purificando
Todo nuestro hábitat natural
Bosquecillos y huertos por crecer
Arboledas y selvas también
Nos dan sombra y protegen del sol
El mayor tesoro que podemos tener
Cuidar los árboles viene genial
Protegen la vida y la fauna local
El aire limpiando y purificando
Todo nuestro hábitat natural
De un gran tronco y ramas presumen
Los pájaros a cantar se reúnen
Brotando y saliendo, también floreciendo
Además de bellos también son comunes
Cuidar los árboles viene genial
Protegen la vida y la fauna local
El aire limpiando y purificando
Todo nuestro hábitat natural
Los árboles nos brindan madera
Aman el otoño y la primavera
Libros, muebles, mesas y juguetes
Son parte de nuestra vida entera
Cuidar los árboles viene genial
Protegen la vida y la fauna local
El aire limpiando y purificando
Todo nuestro hábitat natural
Traducción del villancico «We Three Kings» de John Henry Hopkins
Somos los tres reyes
Somos los tres reyes de Oriente
De lejos traemos presentes
Oro, incienso, y mirra también
Tras la estrella de Belén
Estrella de noche, estrella fugaz
De todas eres tú la que brilla más
Al Oeste guiando, siempre iluminando
Tu bonita luz no cesa jamás
En Belén un rey ha nacido
La corona y el oro ha recibido
Rey eterno, siempre bueno
De todos es el más querido
Estrella de noche, estrella fugaz
De todas tú eres la que brilla más
Al Oeste guiando, siempre iluminando
Tu bonita luz no cesa jamás
El incienso he de ofrecer
La noche ya está al caer
Alabanza y oración, desde el corazón
A Dios hay que adorar y querer
Estrella de noche, estrella fugaz
De todas tú eres la que brilla más
Al Oeste guiando, siempre iluminando
Tu bonita luz no cesa jamás
La mirra y su amargo perfume
Una gran oscuridad reúne
Llorando y sufriendo, sangrando y muriendo
A una tumba sellada se une
Estrella de noche, estrella fugaz
De todas tú eres la que brilla más
Al Oeste guiando, siempre iluminando
Tu bonita luz no cesa jamás
Contemplad como se alza Dios
Junto al rey nos protegen los dos
Aleluya, Aleluya
De la Tierra al cielo, alzan la voz:
Estrella de noche, estrella fugaz
De todas tú eres la que brilla más
Al Oeste guiando, siempre iluminando
Tu bonita luz no cesa jamás
[1] 1. Bruce Lipton – Audio DVD – The Biology of Belief issued by Sounds Time Inc.
[2] 2. Sir Ken Robinson – TED talk recorded at TED2006 – How Schools Kill Creativity – www.ted.com/talks/ken_robinson_says_schools_kill_creativity
[3] 3. A. J. Palmer – Writing and Imagery – How to Deepen Creativity and Improve Your Writing published by Studymates 2011. ISBN 970-1842850609. Re-issued by Aber Books on Amazon.com as a Kindle edition Writing and Imagery – How to Avoid Writers Block 2013 ASIN B00C8RR7UE.
[4] 4. Tony Buzan – Mind Maps for Kids published by Thorsons (re-issue 2005) ISBN 978-0007151332.
[5] 5. Iain McGilchrist – The Master and His Emissary – The Divided Brain and the Making of the Western World published by Yale Unversity Press 2012. ISBN 978-0300188370.