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Caminar, el nuevo tipo de autobús

Niños caminando dentro de un disfraz de cartón con forma de autobús escolar.

Por Elise Houghton

Traducido por Alejandro Hurtado Viñas

Revisado por Mary Helen Villa Rodríguez

¿Recuerdas haber ido a la escuela a pie cuando eras joven? Hasta los 70, la mayoría de los niños de las ciudades iban a la escuela de una forma barata y ecológica: a pie. Durante el largo camino disfrutaban de la compañía de sus hermanos y de sus amigos, y además hacían ejercicio. Hace 25 años, en Canadá, aproximadamente el 80 % de los alumnos de 8 años iban a la escuela a pie o en bicicleta sin que los acompañase un adulto.

A día de hoy, este dato ha disminuido hasta el 10 %. En Estados Unidos, se estima que solamente el 13 % de los alumnos van a la escuela a pie.2

Con cada vez más atascos en las ciudades y el aumento de la preocupación por el abuso y el secuestro infantil, más y más padres llevan a sus hijos a la escuela en coche, incluso si el trayecto es corto. Las consecuencias de esto son: el aislamiento social, el aumento del tráfico, calles menos bulliciosas (y más inseguras) y el refuerzo de los hábitos y actitudes que han provocado que nuestra sociedad se tan dependiente de los combustibles fósiles y de los vehículos de uso privado.

Hoy en día, hay un nuevo movimiento en marcha para invertir esta tendencia. Hace poco, más de mil escuelas en Norteamérica han iniciado programas para «caminar a la escuela», inspirándose en grupos de padres de Europa y Australia. Muchos han recibido ayudas de programas nacionales como «Active and Safe Routes to School» [Rutas a la escuela activas y seguras] en Canadá (conocido como «Routes actives et sécuritaires à l’école» en la parte francófona) y el programa «Walk a Child to School» [Camina con un niño a la escuela] en Estados Unidos.

En su máxima expresión, estos programas para «caminar a la escuela» se centran en estas actividades prácticas:

  • Trazar un mapa de los alrededores de la escuela para determinar las rutas más seguras para ir y volver de la escuela. Como parte del programa de estudios sociales, los alumnos desde los siete años pueden participar dibujando mapas y hablando sobre las mejores rutas para ir a la escuela andando o en bicicleta.
  • Organizar «autobuses escolares, pero andando (o en bicicleta)» guiados por padres como los «conductores del autobús», que toman turnos para acompañar a sus hijos y a los de los vecinos a la escuela por un conjunto de rutas seguras predefinidas.
  • Crear zonas sin «marcha lenta» alrededor de las escuelas para obligar a los padres, conductores de autobús y cualquiera que se acerquen a las escuelas en coche apaguen sus motores para mejorar así la calidad del aire.
  • Hacer encuestas sobre «los hábitos de caminar» a padres, policías y planificadores urbanos para examinar las condiciones en las que se encuentran los vecindarios de las escuelas, conocer los motivos que llevan a usar el coche, evaluar el tráfico y otros riesgos y proponer soluciones pertinentes.
  • Participar en el Día Internacional de ir Andando al Colegio, que tiene lugar el primer miércoles de octubre de cada año. Este evento, que es cada vez más popular, pone de relieve los programas de transporte escolar a pie y destaca las ventajas de caminar para padres e hijos. En el 2000, participaron aproximadamente dos millones y medio de alumnos de ocho países diferentes, entre ellos 150 000 canadienses y 500 000 estadunidenses.4

Programar Miércoles de la Marcha de forma semanal o mensual para mantener el interés y entusiasmo que genere el Día Internacional de ir Andando al Colegio en octubre. Se pueden crear competiciones amistosas para nuevos miembros que se unan al programa, con premios para las clases que tengan la mejor tasa de participación.

Cuerpo sano en aire sano

Uno de los motivos tras los programas para «caminar a la escuela» es mejorar la salud y la condición física de los niños. El asma infantil, una enfermedad respiratoria provocada normalmente por la contaminación atmosférica que liberan los coches, se ha cuadruplicado en los últimos 20 años.5 En esta época de televisión excesiva, videojuegos y padres que llevan a sus hijos en coche a todas partes, pocos niños hacen el ejercicio que deberían. En Estados Unidos, el 35 % de los niños ven la televisión cinco horas o más al día y el 78 % no siguen las recomendaciones de practicar algún ejercicio moderado de 30 minutos al día y un ejercicio vigoroso de al menos 20 minutos varias veces a la semana.6 De la misma forma, el Canadian Fitness and Lifestyle Research Institute (conocido en francés como el Institut canadien d’investigation sur les styles de vie) [Instituto canadiense de investigación sobre estilos de vida y la condición física] informó en 1995 que dos tercios de los niños canadienses no son lo suficientemente activos para establecer unas bases sólidas para un futuro saludable y de bienestar.

Aproximadamente el 20 % tienen sobrepeso y la obesidad ha aumentado más de un 50 % entre los seis y once años.

Caminar no solo ayuda a mejorar la condición física de los niños, sino que también se ha demostrado que los niños más activos tienden a tener un mejor rendimiento académico. Las comunidades también se vuelven más seguras y el medioambiente más limpio cuando los padres dejan el coche aparcado en casa. Por cada 10 niños que, en lugar de que les lleven sus padres en coche, se unen a un «autobús escolar, pero andando» hay entre ocho y diez coches menos creando atascos y contaminando el aire de la escuela. En las comunidades danesas, donde se llevan haciendo estos programas para caminar a la escuela desde hace muchos años, los accidentes de tráfico con niños involucrados se han reducido un 67 %.7 Tras participar durante un año en un «autobús escolar, pero andando», nueve familias canadienses de una escuela de Toronto calcularon que habían evitado la emisión de aproximadamente 1000 kilogramos (2200 libras) de gases de efecto invernadero.8

Mientras que las horas punta de tráfico matinal destruyen lentamente las carreteras principales de América del Norte, padres y niños redescubren el simple placer y la libertad de caminar por las aceras de sus barrios. Además de ser amigables y divertidos, los un «autobuses escolares, pero andando» son un recordatorio visible de las ventajas para la salud, la seguridad y el medioambiente que comporta este antiguo y ecológico medio de transporte.

Pasos hacia una nueva dirección

  • Grupo de niños con bicicletas y cascos en un entorno urbano.Los alumnos de la escuela pública Maurice Cody de Toronto, en Ontario, realizan un «paseo virtual por la costa este» marcando los kilómetros combinados que recorren a pie en un mapa de Canadá y aprendiendo sobre las ciudades y lugares por el camino.
  • Un día por semana durante el otoño y la primavera, los conductores del autobús escolar que lleva a los niños a la pequeña comunidad de St. George, en Nuevo Brunswick deja a los alumnos en un lugar indicado a un kilómetro de la escuela. Los recogen padres y profesores voluntarios y caminan el resto del trayecto hasta la escuela. Así, reducen de forma considerable el tráfico y la contaminación en la zona de la escuela y los jóvenes comienzan el día con una dosis saludable de ejercicio y aire fresco.
  • En Tacoma, Washington, los alumnos de la escuela Northeast Tacoma Elementary pusieron el foco en la falta de aceras en su vecindario caminando junto a la carretera con señales que exigían «calles seguras para los niños».
  • En Montreal, Quebec, un «autobús escolar, pero en bici» ha aliviado las preocupaciones de los padres respecto a la forma que tenían sus hijos de ir a la escuela, por zonas solitarias y oscuras de un gran parque urbano. Los alumnos que van en bicicleta a la escuela Le Plateau se reúnen en un punto determinado y un padre ciclista los guía a través del parque.
  • Los pasajeros de un «autobús escolar, pero andando» de la escuela John Norquay de Vancouver tienen una canción para sus paseos diarios hacia y desde la escuela.
  • Las escuelas de Carolina del Sur pueden pedir al Governor’s Council of Physical Fitness [Consejo del Gobernador para la Condición Física] pequeñas ayudas para comenzar programas para ir a la escuela andando o en bicicleta, lo que anima a las escuelas a crear objetivos mas ambiciosos a largo plazo. En California, el Departamento de Educación exige que todas las escuelas tengan una política de transporte que promocione las zonas peatonales.

Elise Houghton es una autora medioambientalista independiente de Toronto, Ontario, con un gran interés por la educación medioambiental pública.

Traducido por Alejandro Hurtado Viñas, estudiante de Traducción e Interpretación en la Universidad de Murcia.

Revisado por Mary Helen Villa Rodríguez, estudiante de Traducción e Interpretación en la Universidad de Murcia.

Para más información sobre las caminatas organizadas o los «autobuses escolares, pero en bici» contacta: En Canadá (recursos en inglés o francés): Active and Safe Routes to School, a cargo de Go for Green, Ottawa, +1 (888) 822-2848, www.goforgreen.ca. Las escuelas de Ontario pueden contactar con Greenest City le +1 (416) 488- 7263, www.greenestcity.org. Las escuelas de Columbia Británica pueden llamar al +1 (877) 325-3636, www.waytogo.ichc.bc.ca.En los Estados Unidos (recursos en inglés): Walk our Children to School Day, a cargo de Harold Thompson, National Safety Council [Consejo Nacional de Seguridad] en Itasca, Illinois al +1 (800) 621-7615 x 2383, www.nsc.org/walkable.htm.

Cómo organizar un «autobús escolar, pero andando (o en bicicleta)»

  1. INVITA a los miembros de la escuela interesados y a la comunidad a participar en una encuesta sobre «los hábitos de caminar» en las entradas de la escuela y las calles adyacentes durante los periodos de llegada y salida de la escuela por la mañana y por la tarde. Identifica las preocupaciones sobre la seguridad, el tráfico, las aceras, el almacenamiento de las bicicletas, etc. y las soluciones potenciales. Invita a los planificadores urbanos municipales para que compartan sus conocimientos en esta evaluación inicial.
  2. BUSCA APOYO en la escuela y la comunidad. Presenta los resultados de la encuesta al personal de la escuela y a los padres para establecer un comité de organización. Recluta a colaboradores adicionales en el consejo escolar, grupos de residentes locales, la policía, las autoridades sanitarias y cualquier agencia de la comunidad que disponga de recursos y conocimientos útiles. Solicita a los comercios locales que donen servicios de impresión para crear anuncios o ropa como pañuelos brillantes o cordones reflectantes que den más visibilidad al «autobús escolar, pero andando (y en bicicleta)».
  3. TERMINA LAS ENCUESTAS PRELIMINARES preguntando a los alumnos y los padres sobre sus medios de transporte actuales, los motivos para usarlos y si aceptarían participar en un «autobús escolar, pero andando (o en bicicleta)».
    Las respuestas te ayudarán a tener una estimación del interés y la implicación de los alumnos y de los padres y servirán de base para las comparaciones cuando evalúes los efectos del programa. Distribuye un resumen de los resultados de la encuesta realizada a los alumnos entre los profesores y los padres.
  4. PUBLICITA el «autobús escolar, pero andando» en los boletines escolares y los anuncios y pósteres del barrio. Pide a los alumnos o a los padres voluntarios que traduzcan el material enviado a las casas a todas las lenguas que se hablen en la comunidad.
  5. ESTABLECE LAS RUTAS DEL AUTOBÚS. En una reunión con los padres y tutores interesados, pide a los participantes que utilicen pines o pegatinas en un gran mapa con los alrededores de la escuela para mostrar dónde viven y cuántos de sus hijos van a la escuela. Los grupos con muchos pines ayudarán a determinar dónde se necesitan más rutas, qué familias participarán en cada una Grupo de personas caminando a lo largo de la orilla de un lago.de ellas y qué rutas son potencialmente las más seguras. Anima a cada grupo de padres a recorrer estas rutas antes de que el «autobús escolar, pero andando» se ponga en marcha.
  6.  CREA ALGUNAS REGLAS. Cada grupo debe establecer ciertas reglas sobre temas como esperar a los que lleguen tarde, advertir a los conductores de las ausencias de los niños y reglas de seguridad básicas. Asegúrate de que cada conductor tenga una lista con los nombres y direcciones de los alumnos y los números de teléfono de los padres (de trabajo y personal).
  7. HAZ EL AUTOBÚS VISIBLE haciendo que todo el mundo lleve algo fácil de identificar, como cordones o las cremalleras de los chalecos reflectantes.
  8. HAZ UN PASEO DE PRUEBA con alumnos y padres para establecer un horario de paradas, identificar los tramos menos seguros de la ruta y resolver los imprevistos. Coloca pósteres en el barrio y la escuela con las rutas del autobús y los puntos de encuentro.
  9.  ORGANIZA UNA INAUGURACIÓN OFICIAL e invita a las autoridades locales y a los medios. Expón trabajos de arte de los alumnos que muestren imágenes de sus caminatas a la escuela.
  10. MANTÉN EL APOYO. Habla con los alumnos sobre los beneficios que tiene caminar o ir en bicicleta a la escuela para la salud, el medioambiente y la seguridad. Incluye en los boletines escolares las últimas conclusiones sobre estas preguntas, así como las historias de los alumnos contando sus experiencias en el autobús.
  11. EVALUA TUS ESFUERZOS a lo largo de un año. Vuelve a realizar encuestas a los padres y alumnos y compara los resultados con las anteriores. Comunica los resultados a la comunidad para desarrollar una estrategia para el año siguiente. Intenta incluir los «autobuses escolares, pero andando (y en bicicleta)» en las políticas de la escuela y los formularios de inscripción de alumnos.

Vínculos con los programas educativos

Idiomas: Crea boletines y folletos publicitarios para informar a los padres del programa; escribe historias para la revista de la escuela sobre las observaciones y experiencias que has encontrado a lo largo del camino, y compara y debate sobre las ventajas y desventajas de cada medio de transporte.

Arte y música: Compón una canción para un «autobús escolar, pero andando»; crea trabajos artísticos que representen a la gente, las plantas, los animales y los edificios interesantes en el barrio de la escuela, y diseña chapas, bandas o diademas coloridas para que los alumnos utilicen en el autobús.

Matemáticas: Mantén al día registros individuales y de clase con las distancias recorridas mensualmente a pie, en bicicleta o en coche. Representa los resultados en un gráfico, calcula los porcentajes y observa los cambios a lo largo de varios meses. Calcula la reducción de emisiones de carbono de la escuela como resultado del programa (1 litro de gasolina emite aproximadamente 2,35 kg de CO2; 1 galón estadounidense de gasolina produce aproximadamente 18,8 libras de CO2).

Ciencias y salud: Investiga el impacto de varias formas de transporte sobre la salud humana y la del medioambiente; investiga cómo el consumo de calorías y el ejercicio físico están relacionados con el peso corporal; de camino a la escuela, comprueba los cambios provocados por las estaciones en los árboles, las plantas y las migraciones de las aves; observa las formas de las nubes, y practica a pronosticar el tiempo.

    • Notas
      1. Go for Green, coordinador de «Active and Safe Routes to School», 2001.
      2. S. Center for Disease Control and Prevention [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades], Atlanta, Georgia, 2001.
      3. National Safety Council, nsc.org/walkable.htm , 2001
      4. Go for Green,2001; Loren Marchetti, Highway Safety Research Center, Universidad de North Carolina, 2001.
      5. Go for Green, goforgreen.ca, 2001
      6. National Safety Council, nsc.org/walkable.htm, 1999.
      7. Sustrans´Safe Routes to School (UK), sustrans.org.uk, Marzo 1999.
      8. Instituto Pembina, www.climatechangesolutions.com, 2001.
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