Dejando la Carretera: Un Plan para la Reducción de Viajes en Automóvil para las Escuelas
Por Arturo Orsini
Traducido por Felipe Ibarra-Martinez
En toda Norteamérica, la congestion matutina de tráfico en las escuelas se ha vuelto normal. Aquí en Vancouver, un estudio en 1995 mostró que el número de estudiantes que llegaron a la escuela en automóvil ha aumentado en un 53 por ciento en los últimos diez años. Esta tendencia es una amenaza para la calidad de nuestro aire y para la salud y condición física de nuestros estudiantes. También representa un riesgo de seguridad para aquellos que prefieren caminar o usar bicicletas para ir a la escuela. Con el paso del tiempo, hemos permitido que nuestra definición de la distancia mínima para conducir a la escuela se vuelva más y más corta. Sin embargo, son estos viajes cortos, locales, rutinarios los que representan la mejor oportunidad para oponerse a la tendencia del uso del automóvil. Al organizar un programa para la reducción de viajes en automóvil en la escuela, se puede aumentar la conciencia acerca de los beneficios a la salud, financieros y al ambiente que se generan por medios de transporte más sostenible, tales como caminar, la bicicleta, la patineta, el transporte público, o compartiendo el automóvil. Así mismo, se pueden vencer muchas de las barreras que la gente mantiene hacia estos medios de transporte.
Trabajando con líderes estudiantiles de nueve comunidades urbanas y sub-urbanas de las regiones de Vancouver y Victoria, la organización Better Environmentally Sound Transportation (“Mejor Transporte para el Ambiente”) está llevando a cabo una iniciativa piloto fuera de horario escolar para reducir el número de viajes en automóvil a escuelas secundarias. La meta principal del programa “Dejando la Carretera” es la reducción del número promedio de automóviles que llegan a diario a estas escuelas por un mínimo de 20 por ciento. Para lograr esta meta, hemos desarrollado tres objetivos generales que pueden ser usados por cualquier grupo escolar para reducir el uso de automóviles entre estudiantes y empleados. El primero es la concientización sobre asuntos de transporte y sus efectos en el ambiente. El segundo es la organización de eventos para toda la escuela, tales como un día de transporte en bicicleta o un día sin automóvil que promuevan el uso de alternativas al automóvil entre estudiantes y empleados. Así, la idea de que todos deben conducir un automóvil puede cambiarse poco a poco mediante el tercer objetivo que procura el fortalecimiento de la infraestructura de medios de transporte sostenible dentro de la comunidad escolar. El enfoque de este objetivo es facilitar a los estudiantes el uso de alternativas, ya sea con la publicación las rutas y los horarios de transporte colectivo, o con la instalación de refugios para bicicletas.
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