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Sendero Sensorial en Singapur

Por Richard Frazier
Traducido por Daniela Vidal

Ubicada en la costa nororiental de Singapur, la isla de Pulau Ubin, o “isla de granito”, se parece a muchas islas del Archipiélago Malayo. Está cubierta de aldeas y jardines forestales, plantaciones, vegetación de selvas tropicales, manglares, playas y granjas piscícolas y camaroneras. Conserva el encanto rural y rústico del antiguo Singapur, y es considerado un importante centro de biodiversidad. Sus terrenos son ricos en grava granítica, rocas y paredes de cantera, y es el hogar de especies que ya no se encuentran en la isla principal de Singapur. Los visitantes se emocionan al ver cálaos claros orientales, gallos rojos, murciélagos pocos comunes y jabalíes en las inmediaciones de una de las ciudades más densamente pobladas del sudeste de Asia. El 15 de abril de 2000, el embajador de Estados Unidos en Singapur celebró la inauguración de un sendero natural sensorial para personas con discapacidad visual en Pulau Ubin. El hecho de que un funcionario norteamericano participara en una ceremonia consagrada a un lugar especial, en el corazón y en el legado de las personas de Singapur indica el suntuoso inicio del proyecto y su evolución.

En 1995, miembros del grupo ambiental escolar de Estudiantes en contra de la Violación del Ambiente (SAVE, por sus siglas en inglés) de la Escuela Americana de Singapur recaudaron fondos considerables para la Nature Society de Singapur, o NSS, mediante diversas actividades del club. La secretaria honoraria de la NSS, Evelyn Eng-Lim, aceptó las donaciones con una condición disfrazada de pregunta: “Muchas gracias por el dinero. Ahora, ¿cómo lo gastarán?”. Los estudiantes no se libraron de la situación por sus donaciones, más bien, fueron persuadidos para que actuaran.

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