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Mejorando el Aire que Respiramos


Por Nel Smit y John Todd
Traducción por María Pérez Navarro

Tasmania tiene uno de los aires más limpios del mundo, pero aun así, de vez en cuando tienen algunos problemas con la calidad del aire, especialmente cerca de los principales centros urbanos. Los gases contaminantes de los vehículos, el humo de las estufas de leña, las emisiones contaminantes de la industria, las chimeneas, la evaporación de las pinturas y disolventes, los espráis de los herbicidas y pesticidas, y muchas otras actividades cotidianas añaden gases y partículas indeseables al aire. Además de la calidad del aire exterior, hay que tener en cuenta que el aire que hay dentro de las casas, oficinas, fábricas y vehículos también contiene más contaminantes que el aire de fuera; estos contaminantes pueden ir desde esporas de moho a gases orgánicos que se van evaporando de las pinturas y de los muebles.

Nosotros nos dimos cuenta de que los alumnos de instituto con los que trabajamos normalmente tenían poco conocimiento de los problemas de la contaminación del aire y del impacto potencial que puede tener para la salud. Para promover su concienciación y la investigación sobre la contaminación del aire, desarrollamos una web para profesores (http://epa.tas.gov.au/epa/airqualityeducation-resources) e hicimos actividades piloto tanto con los maestros, como con los alumnos.
Con los estudiantes iniciamos una serie de actividades dirigidas a animarlos a:

  • Centrarse en problemas que conciernen al medio ambiente de su escuela, casa y localidad.
  • Usar herramientas simples para observar y medir la contaminación del aire y emprender acciones para reducirla.

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