Desarrollar el sentido de pertenencia a un lugar usando las actividades de la ciencia nativa
Por Clifford E. Knapp
Traducido por Sandra Rodriguez-Piñeros
“El conocimiento tradicional indígena de la tierra, se enfoca en su uso y las tareas que la gente asume cuando la ocupan. Cuando un indígena piensa en el territorio ancestral, siempre habla de lo que la gente hacía allí, los animales que vivían allí, y como la gente se relacionaba con ellos; de las estaciones del año y como la gente respondía a los cambios, la manera cómo cada tribu adquiría posesión de la zona, y las ceremonias que fueron requeridas para demostrar que era digno de permanecer allí.” –Vine Deloria Jr. [1]
Unos meses atrás, recibí por correo mi copia de “Green Teacher” y en la portada había una foto de un salón de clase sin una pared, el salón techado se veía flotando suavemente al aire libre. El tema del volumen (Otoño, 2009), titulado “Dos Ojos Viendo: Ciencia Integrada” me dejó perplejo. ¿Qué significa eso? En el artículo principal, los autores Hatcher, Barlett, Marshall y Marshall explicaban que dos ojos viendo significa: “juntar el conocimiento indígena y el de occidente…. Para así ver con un ojo con la fortaleza del conocimiento indígenas y con el otro ojo con las fortaleza del conocimiento de occidente y así usar los dos ojos juntos.[2]
El profesor Tewa y autor Gregory Cajete denomina el saber indígena “Ciencia Nativa.”[3] Él cree que para entender las formas cómo se hace la ciencia, uno debe entender como la población indígena participa en la naturaleza y cuales son sus puntos de vista. Él dice: “La ciencia nativa es un término amplio que puede incluir metafísica y filosofía; arte y arquitectura; tecnología práctica y agricultura; un ritual y una ceremonia practicada por los pueblos indígenas tanto en el presente como en el pasado.”[4] La ciencia de occidente está estrechamente más definida y no incluye estas otras disciplinas. La ciencia del occidente es una parte de la ciencia nativa, pero no incursiona profundamente en lo místico.